Los
millones que se va invertir en la construcción del hospital de Pucallpa sería
el principal motivo de las diferencias y riñas de la gente de Manuel Gambini
(GOBIERNO) con la gente de Jorge Velásquez Portocarrero (EX GOBIERNO).
Se sospecha
que la frustración del proceso de licitación en la primera ocasión habría sido
una farsa para llegar hasta esta última adjudicación de la buena pro, con la finalidad de despistar, limpiar
todo elemento de suspicacia y darle todas las facilidades a las empresas de su
entorno, dentro de ellos, Meditarraneo y Uranio, para ser los ganadores.
Por tales hechos, el FREDEU se pronuncia y rechaza peleas y disputas entre
autoridades y ex autoridades.
Asimismo,
exigen una explicación inmediata, pública y documentada sobre la verdadera
razón por el cual la licitación de la obra del hospital ha caído en el primer momento y el por qué actualmente se adjudicó a una empresa
italiana, que, se según informes periodísticos, no tendrían experiencia alguna
en el rubro de la construcción de hospitales.
También
rechazan a la conformación de la
comisión investigadora sobre este tema, encabezado por el abogado Musaac, quien
no garantiza una buena investigación, por ser un consejero oficialista.
De la misma manera, advierten que la obra del boulevard y el hospital corren el mismo
riesgo que las obras del km 0 al 15, de quedarse paralizadas su construcción en
el tiempo por falta de presupuesto, ya que el Ministerio de Economía no puede
estar esperando la voluntad de las autoridades para subsanar observaciones. Por
lo que se dice que dicho presupuesto lo habrían dado otro destino, por lo tanto, tendrían que realizar nuevo trámite.
Hacen
un llamado a las diferentes organizaciones de bases del FREDEU a pronunciarse y a mantenerse alertas a la convocatoria de
la próxima asamblea ampliada.
Además
de todo ello, se debe hacer conocer que la empresa Mediterraneo tiene problemas
con otras construcciones, como es el
caso, por ejemplo, con la construcción del hospital de Andahuaylas.
Por su
lado, la Constructora Uranio Sac, empresa que ejecutó de muy mala manera la
obra del agua y desagüe de Aguaytía (en proceso judicial), ahora figura como
integrante de este consorcio. Es la empresa preferida de Portocarrero, la
empresa que ejecutó varias obras en su gestión y que lo hizo haciendo uso de una
carta fianza falsa, dado por la cooperativa COOPEX, cuyo dueño fue nada menos
que el delincuente, ahora encarcelado, Orellana; colaborador eficaz para
perpetrar el robo con las autoridades pasadas y las actuales del GOREU.
Habiendo indicios sólidos y abundantes, la
investigación fiscal y judicial deben profundizarse y acelerarse para que, de
una vez por todos, los criminales vayan a parar detrás de las rejas y no
continúen haciendo de las suyas, “gobernándonos”,
fingiendo procesos transparentes y ganando licitaciones.

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