El maestro de los maestros en alguna ocasión
dijo: “los que con nosotros no recogen desparraman”. Estuvimos en el distrito
de Curimaná un grupo de dirigentes el día jueves, luego que nos invitara el
dirigente del Frente, Elí Santillán, una vez conocido la decisión del juez para
el retorno a la cárcel de Loiber Rocha Pinedo, alcalde de ese distrito. Fuimos para
participar de la entrega de la municipalidad a los regidores, que estuvo al
cuidado del pueblo, evitando el ingreso de Loiber Rocha, cautelando de ser
destruidos los documentos de su interior que probaría más de un delito que se
han venido cometiendo en el lapso de su gestión del alcalde repudiado. No fue fácil
para los dirigentes ni para el pueblo llegar hasta esta etapa. Trámites, ollas
comunes, vigilias, marchas en el calor abrasador, forcejeos con los policías y
fiscales. Las luchas, cuales fuesen, son muy sacrificadas y riesgosas. El
pueblo de Curimaná lo asumió con responsabilidad y es un ejemplo digno de
imitar cuando se trata de luchar contra los corruptos. Pero mientras los
hermanos de Curimaná luchaban arduamente, juntamente con sus dirigentes y con el
apoyo de las organizaciones, hubo gente, que pertenece a la banda de Loiber diseminado
en Aguaytía y Pucallpa, desde sus comodidades hacían todo lo contrario,
defendían al corrupto y minimizaban a la lucha usando sus programas de radio. El
comunicador o periodista que emite una opinión sin estar informado es un
irresponsable, el comunicador que opina a favor de un corrupto a sabiendas no
hay palabra para describirlo. El hedor de la corrupción en el distrito de
Curimaná era percibido hace rato; pero la
justicia en la región de Ucayali estuvo administrada por gente como Boza
Olivari. Entonces los corruptos de Curimaná con toda seguridad y
sin temor alguno, viéndose protegidos por gente de las mismas bajezas, metieron
la mano de los recursos del estado para malversar los fondos, y una parte, seguramente
se habrá entregado a sus aduladores y defensores; quienes una vez que salió su amo de la cárcel e
intentaba ingresar a gobernar, alegremente
estuvieron arremetiendo contra los luchadores. Pero ahora que el jefe de la banda
está en la cárcel nuevamente salta la expectativa de la posición que van tomar
estos caraduras. Se les debe sugerir, por las buenas relaciones, rendirse ante
ese pueblo luchador de Curimaná y pedirle perdones, cumplir la penitencia para
su reinserción y aceptación social. Así estamos, las luchas no avanzan por
culpa de gente de esta clase, que con mentiras defiende a su amo corrupto, hace
ver que los buenos son los delincuentes y corruptos y los malos son los
dirigentes y la sociedad que lucha contra las lacras. Los que con nosotros no
luchan es porque son socios de los corruptos. Debemos identificarlos para
quitarle toda nuestra confianza, lanzarle la mirada de rechazo, avergonzarle en
público, a ver si se corrige.
Hoy es:
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