Esta Huelga Nacional Indefinida, cuando para muchos puede significar una pérdida de tiempo, para nosotros es estar viviendo una realidad que nos lleva a conocer nuestro carácter como docentes de la Provincia, de la región y del país, no solo conocer a los maestros; sino también las actitudes de las autoridades, alumnos y padres de familia.
Nos permite notar que en general, en nuestro país el sindicato de los docentes está en crisis, existe la desconfianza generalizada de los docentes en sus representantes, creen que los que asumen la dirigencia lo hacen con un interés personal. Lo más triste es que la mayoría de los colegas no están dispuestos, ni siquiera en defender sus propios derechos, mucho menos reaccionar a la lucha por la justicia social, erradicación de la corrupción y la lacra del pueblo.
Hemos caído a la apatía, al conformismo, a la mediocridad, a la inacción por hacer algo por nosotros mismos. Esperamos que el destino cambie nuestra realidad; cuando nosotros debemos ser los responsables de generar ese cambio. Tenemos un carácter domestico, de dominado. Estamos listos y prestos para obedecer que reclamar o mandar.
De eso se han dado cuenta los que están en el poder, por eso usan sus estrategias para atemorizarnos y someternos.
Nos queda claro que hay mucha labor que hacer en el sindicato, necesitamos escuela sindical intensiva; urgente reorganización total, desde las bases hasta el CEN del SUTEP.
La lucha más fuerte es el cambio de mentalidad de cada maestro y al parecer aun no reaccionan porque aun no se ha cumplido lo que siempre los del gobierno han amenazado al profesorado, despedir definitivamente si no aprobasen las evaluaciones. Quizá el cumplimiento esta acción cambie un tanto el sentido de la lucha de los maestros.
El despido de docentes, de acuerdo al planteamiento en la nueva norma LDD, no es una broma, estamos seguros que se cumplirá. No estoy a favor de la mediocridad, el maestro debe evaluarse; pero debe ser una evaluación justa y transparente y no para despedirle; sino para mejorar sus capacidades. Despedirle sería una gran injusticia. Porque la carrera de la docencia se nos ha ofertado, estudiamos porque es nuestra vocación y hemos configurado nuestro destino en función a esta profesión, nos hemos formado durante 5 años, dimos todo de nosotros por obtener un título profesional y con tres evaluaciones, muchas veces manipuladas, podemos irnos a nuestras casas para siempre.
No es que los docentes no tengamos otras habilidades para labrar nuestro destino si nos pasara esto, lo digo por la forma como se hace y maneja la política educativa en un país como el nuestro. Se crean Universidades e Institutos, se oferta carreras a los jóvenes, se les acredita mediante un titulo todas sus capacidades y luego se les puede anular su titulo, botar a la calle cuando recién está iniciando ejercer su carrera.
Una gran injusticia. En ese sentido, lo más lógico sería también evaluar y botar a todos los profesionales, políticos y autoridades de sus puestos, si no aprueban las evaluaciones que les va formular hasta por 3 oportunidades, solo así estaríamos siendo equitativos y justos.
Bilsán Salazar Uzuriaga
No hay comentarios:
Publicar un comentario