Expresamos
nuestro saludo especial a todos los periodistas y a todos aquellos que hacen el
papel de periodistas. Mayor reconocimiento a aquellos que ejecutan esta noble
labor dentro de los cánones que establece la ética de la profesión y la ley.
El
1 de octubre de 1953 mediante el Decreto Supremo 2521 a solicitud del Congreso
Nacional de Periodistas, se establece el día del periodista en el Perú. La
fecha se determinó en honor a que el 01
de octubre de 1970, Francisco Cabello y Mesa (Juan Bausate y Meza), hizo la primera publicación
periodística de circulación en el Perú en el Diario de Lima que él mismo fundó.
No
es fácil ejercer esta profesión. Ser un periodista pegado a la esencia de este
oficio es un gran riesgo, significa que cuando profundizas en la información te
encontrarás con muchos datos que chocan con intereses personales, amicales y de
poderes. Entonces, ahí saldrá la prueba al espíritu real del periodista,
decirle o no decirle a su público ese hallazgo.
Muchos
han pagado con su vida por ejercer esta labor a cabalidad. La razón de su
desaparición ha sido el decir a su público ese hallazgo, esa verdad que choca
intereses. Por eso no es fácil ser periodista aquí en la provincia, región,
país o cualquier parte del mundo. Porque la verdad, muchas veces, es chocante.
Nosotros
no somos periodistas de formación; pero hacemos prensa con el aval del
conocimiento comunicacional recibido en diferentes contextos. Informamos
por medio de nuestra plataforma virtual principal, AD, que está conectado y
automatizado con todas las redes sociales. Hemos recibido críticas y elogios. Ud.
juzgará si tenemos o no las cualidades que exige este noble oficio.
No
necesitamos ser periodistas para decir verdades, siendo o no siendo
periodistas, todas las personas estamos obligados moralmente decir lo que es.
Por lo tanto, la persona que hace el papel de periodista con al principio de la
veracidad, se merece todos nuestros elogios. La conciencia no es mercancía. Los
que no lo entienden así, entonces discrepamos totalmente, ya seas nuestro
empleador, patrocinador o cliente.
Escribe: Prof. Bilsán Salazar Uzuriaga
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