Es cierto que en nuestro País sufren condena muchos inocentes, dentro de ellos están muchos luchadores sociales; por eso es que en la plataforma de lucha del SUTEP se ha considerado pedir la libertad de los injustamente encarcelados y condenados.
No así como los mediocres del gobierno quisieron hacer entender a la sociedad a través de la prensa amarilla que estábamos pidiendo la libertad de terroristas. Los Terroristas, aquellos que han sembrado el terror de distintas maneras, como el capitán Carlos en Madre Mía, se les debe investigar con seriedad y llevarlos para hacerles pagar sus crímenes.
Está demostrado que históricamente se ha apresado e incluso matado a muchos inocentes a manos de los terroristas y también de los gobiernos de turno. Tal es el caso que al Maestro Luchador, Indigenista, José María Arguedas se le hizo purgar condena en el Sexto al ser apresado por participar en una manifestación estudiantil. Y En 1949 fue cesado por considerársele comunista luego de hacer labor de profesor de castellano en los colegios nacionales Alfonso Ugarte, Nuestra Señora de Guadalupe y Mariano Melgar de Lima.
Paradójicamente esta casta que llega al poder tiene las mismas intenciones que antaño, sin embargo, como para disimular, hipócritamente recogen sus ideales y quieren venerarle de manera tardía, por eso, con una ley se ha constituido el Premio Nacional de Narrativa y Ensayo "José María Arguedas" fue instituido mediante Ley Nº 28898.
Si de verdad quisieran inculcar los valores de Arguedas no andarían persiguiendo ni satanizando a la lucha de los maestros, porque el maestro con las huelgas lo único que hace es defenderse espontáneamente de la marginación del grupo de poder, defender la escuela pública, mejora de la educación con mayor inversión y el desarrollo social como lo hacía el masetro de "Todas las Sangres"
Los que leen a José María Arguedas, naturalmente se convertirán en revolucionarios, ojalá que sí, ojalá que nos empapemos de las letras de este genio de la literatura, si es así, no alcanzarán las cárceles del país para encerrar a los que abracen los ideales de JMA.
Por eso, nos da pena cuando estos señores salen a abrir la boca como plañideras y decir que somos terroristas, comunistas o violentistas. Ya lo notan ustedes que desde antes nos llamaban así, por el sólo hecho de buscar la justicia social. Los docentes no avalamos a la violencia, menos aun la violencia que nace del estado. Siempre estaremos para decirle de frente y sin máscaras, que el estado peruano hace terrorismo solapadamente.
Bilsán Salazar Uzuriaga
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