El
tiempo se encargó en confirmar las grandes deficiencias en las obras construidas
por el presidente J.V. Portocarrero y el fiscalizador provincial de entonces
Wilder Alguayo (Loros), en la infraestructura del Centro de Salud y de la Ugel
de Padre Abad.
Al
año siguiente de su inauguración, estas dos obras ya estuvieron para ser
demolidas porque no prestaban las condiciones ni garantías para desarrollar normalmente las
actividades dentro. Las aguas de la lluvia se filtraban por el techo y mojaba
todo en su interior. Para paliar el problema, tanto la Ugel como en el Centro
de Salud, cubrieron el techo con calamina. No obstante, como el diseño es
inapropiado, ese intento no fue suficiente para solucionar la dificultad.
Actualmente,
con las lluvias intensas, el problema ya es inmanejable. Es por eso que el director
Lobato de la Red de Salud, en coordinación con las autoridades y dirigentes
sociales, está solicitando al gobierno regional declararlo en emergencia.
Cuando
en su momento se cuestionaba por el diseño y la calidad, como es su naturaleza
Alguayo y Portocarrero, a su estilo de loros muy habladores, indicaron que todo
estaba Ok.
De
la misma manera que en Lima está quedando al descubierto las malas obras del
alcalde Castañeda a la prueba de este fenómeno natural, aquí en Padre Abad,
sale a la luz y se confirma el gran engaño y la patraña de los loros habladores
con estas obras.
Obras que antes de su tiempo ya no sirven. Entonces, habiendo
suficientes indicios y elementos que configuran delitos de colusión, peculado y
dolo, este asunto no sólo debe quedar en la declaración de emergencia, sino, Lobato debe atreverse a formular las denuncias para su respectiva investigación y posterior castigo a los responsables.
Escribe:
Prof. Bilsán Salazar Uzuriaga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario