Aprovechando
el pánico por el huayco, Jueza Julia Francisca Orozco, toma decisión vergonzosa al variar orden de
captura por la de comparecencia a favor de Loiber Rocha, alcalde suspendido y
prófugo de Curimaná.
Cuando
por fin creían los pobladores de
Curimaná haber hallado justicia y librarse de su alcalde que les sometió
al caos y a la enajenación, hoy se consumó un acto judicial más que confirma el matrimonio contranatura entre la justicia y la corrupción en Ucayali, que devuelve al verdugo para la continuación de peleas campales. Los agraviados sin pestañar montan esquemas de lucha y se teme lo peor.
Una
decisión que genera preguntas sin
respuestas en este pueblo azotado por el olvido de las autoridades centrales, saqueado por su alcalde y la reiterada y nauseabunda decisión del Poder Judicial,
representado por sus jueces que ya no saben cuándo mataron su conciencia.
Por
similar actitud otros jueces se hallan en procesos disciplinarios, al parecer
eso es de poca importancia y con
facilidad los nuevos que les toca llevar el caso Loiber, quedan encantados con
el discurso de su “defensa técnica” y le dan la
razón pese a no tenerla.
Rocha
estuvo pedido para ser encarcelado por el delito de colusión al haber comprado
maquinaria pesada chatarra al precio de
nuevo. Asimismo, el ejecutivo ofrecía 25
mil por su captura. Ahora está listo para pedir al JNE su credencial de alcalde
y nuevamente intentar retomar su cargo con la ayuda del MP.


No hay comentarios:
Publicar un comentario