Gambini Rupay, con todo su ego de sectario, prefiere poner
y mantener en los cargos sólo a la gente
de su entorno más íntimo, sin importar si están procesados o repudiados por la
sociedad, dejando de lado a la gobernabilidad, la opinión pública y a los otros
ciudadanos de su mismo movimiento que tienen todas las cualidades y condiciones
para hacer función pública.
Por
ejemplo, Arturo Rengifo Vela, fue designado como gerente de la sub región de Atalaya a pesar de estar comprendido
en la investigación fiscal por la presunta compra irregular de la máquina de secado
del café para OVENTENI-RAIMONDI. Al repudio social, puso su cargo a
disposición como acto de “decencia política”.
De
igual manera, a su gerente de la sub
región de Padre Abad, tercamente lo mantiene en el cargo, pese al rechazo unánime de las
organizaciones de esta provincia y pedido reiterativo de su destitución dado a
su incompetencia funcional.
Gambini, en los años anteriores sometió a las instituciones de educación y salud bajo la administración de gente con el perfil del hampa, que una vez dentro de las entidades, hicieron la gestión de la manera más salvaje posible. Cuando en su momento se le advertía a Gambini para que modere estas taras, como es su costumbre, siempre respondió desde su punto de vista de un sectario.
Como
ya lo dijimos los años anteriores, es menester pensar en las otras
personas que están a la espera, que tienen
una mirada más amplia y distinta de los problemas quienes contribuirán con sus
soluciones, pero se le tiene que dar la oportunidad. Tu misma gente.
Escribe: Prof. Bilsán Salazar Uzuriaga

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