No existe consecuencia en ninguno de los
candidatos a la alcaldía, consejería o regiduría de los que actualmente tientan
el poder en la provincia de Padre Abad. Se cambian de movimiento político como
cambiarse de calzoncillos.
Casi todos los candidatos actuales a la alcaldía son los mismos que ya años atrás han intentado llegar al
sillón municipal, cada uno de ellos con diferente símbolo o movimiento
político. Se han cambiando de camiseta: el que era Loro ahora es del Cacao, el
que antes era Otorongo ahora es Cocona, el que antes era Plátano ahora es Palma
y los candidatos más viejos años atrás han venido participando con diferentes
movimientos en cada elección. No sienten la mínima culpa de pasarse a cualquier movimiento, incluso a
aquellos que antes cuestionaban.
Este es solo uno de los defectos de los
candidatos. Si les hacemos un análisis minucioso nos daremos cuenta de muchos
otros y más graves. Entonces todos ellos no son más que los tradicionales
politiqueros que quieren el poder para paliar su frustración y su fracaso.
El éxito no solo se mide por dinero acumulado.
En vista de la ausencia de uno que sea digno
de llamarse político, aquel que cumpla con lo mínimo de los requisitos, es hora
de educar a nuestros jóvenes en este aspecto, para tener políticos coherentes y
consecuentes. Partiendo de un análisis de las diferentes doctrinas, ideologías
existentes en el mundo y en nuestro país, para quedarse con aquel que concuerde
con sus valores, cosmovisión y sobre
todo sea parte de su vocación. Servicio autentico al pueblo.
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