Un evento como el aniversario
Provincial merece una buena organización, planificación, ejecución y
evaluación. Ya se hizo los tres primeros ahora queda hacer una buena
evaluación. Cuanto de calificativo global le
daríamos de 0 a 10 a todo el evento. Si
le ponemos un 6 ya es demasiado. No se
trata de achicar nada, ni expresar algo si no es para superar. Qué falto y que sobró en este aniversario.
En el presente año algunas deficiencias que
personalmente he percibido han estado concentradas
en la ejecución del reinado y el desfile escolar. En el primero se ha notado una
mala preparación a las candidatas, un show deficiente, pésima asistencia
técnica en audio.
En el segundo, en comparación con los años anteriores no se ha tenido la participación de todas las Instituciones Educativas de las zonas rurales. No estuvieron presentes los alumnos las comunidades nativas y la dirección de la ceremonia estuvo a cargo de una persona menos indicada.
Un aniversario debe ser un evento que tenga un tono de calidad para cubrir las expectativas de los visitantes y también de todos los conciudadanos. El certamen de belleza puede ser una actividad muy bien aprovechada para generar el turismo, pero tiene que tener ese enfoque.
En el segundo, en comparación con los años anteriores no se ha tenido la participación de todas las Instituciones Educativas de las zonas rurales. No estuvieron presentes los alumnos las comunidades nativas y la dirección de la ceremonia estuvo a cargo de una persona menos indicada.
Un aniversario debe ser un evento que tenga un tono de calidad para cubrir las expectativas de los visitantes y también de todos los conciudadanos. El certamen de belleza puede ser una actividad muy bien aprovechada para generar el turismo, pero tiene que tener ese enfoque.
No se trata de rellenar de adjetivos cuando se
es maestro de ceremonia o de ensalzarle con zalamerías a unas instituciones de
nuestra simpatía personal y los que no son dejarles de lado. Esa grosería se ha
notado en uno de los maestros de ceremonia en este desfile del aniversario. El que
hace este papel tiene que ser una persona íntegra, que conozca de oratoria y lo
que debe sobrarle, la imparcialidad a la hora de animar. No debe ser payaso;
tampoco un apagado. Tiene que ser ameno y no chabacano.
En ese sentido nos queda hacer una evaluación más profunda de cada una de las actividades desarrolladas en este
aniversario y mejorar para los años
siguientes. Elegir a los más idóneos para que nos hagan un buen papel en lo encomendado. Debemos tener en cuenta
nuestros errores para no caer en lo mismo.
Bilsán Salazar Uzuriaga
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