22 días de angustia culminan en un desenlace trágico: Tras más de tres semanas de búsqueda infatigable, el líder indígena y defensor ambiental, Mariano Isacama Feliciano (35), fue encontrado sin vida en las riberas del río Yurac, en la provincia de Padre Abad, Ucayali.
La noticia, confirmada por la Organización Regional Awajún Ucayali (ORAU) y la Federación Kakataibo (Fenacoka), ha conmocionado a las comunidades indígenas y a las organizaciones defensoras de los derechos humanos. El cuerpo de Isacama Feliciano, quien era miembro de la junta directiva de la comunidad Puerto Azul y parte del equipo técnico de Fenacoka, fue hallado en una zona conocida por la presencia de actividades ilegales, avivando las llamas de la preocupación y la indignación.
Un dolor profundo que exige justicia: Familiares y líderes de los hermanos indígenas claman por una investigación exhaustiva que arroje luz sobre las circunstancias que rodearon la muerte de Mariano Isacama Feliciano. Desde el año 2020, cinco defensores del pueblo kakataibo han sido asesinados, según los registros oficiales de AIDESEP Perú.
Mariano Isacama Feliciano: Un legado imborrable: Un defensor incansable que consagró su vida a la protección de la Amazonía y a la defensa de los derechos de su pueblo. Su muerte representa una pérdida irreparable para las comunidades indígenas y un duro golpe para la lucha por la justicia ambiental.
Un clamor por la acción: Las comunidades exigen:
- Una investigación transparente e imparcial que determine las causas del asesinato de Mariano Isacama Feliciano y lleve a los responsables ante la justicia.
- El cese inmediato de las actividades ilegales que amenazan a las comunidades indígenas y a los defensores ambientales en la región.
- Protección integral para los líderes indígenas y defensores ambientales que ponen en riesgo su vida por defender sus territorios y sus derechos.
La comunidad internacional tiene la responsabilidad de:
- Prestar atención a este caso y exigir a las autoridades peruanas una investigación diligente y justa.
- Redoblar esfuerzos para proteger a los defensores ambientales y a las comunidades indígenas que se encuentran en la primera línea de defensa de la Amazonía.
La muerte de Mariano Isacama Feliciano no debe quedar impune. Es un llamado urgente a la acción para defender a quienes defienden la vida y el planeta.
Palabras de Herlin Odicio, dirigente de FENAKOKA: "Otro defensor asesinado y torturado cruelmente. 23 días desaparecido. Compañero, hermano Mucama Mariano Isacama Feliciano, vivirás por siempre en nuestros corazones. Vuela alto. Dios todopoderoso que te tenga en su gloria. Buscaremos hacer justicia a esos criminales cobardes."
Mariano Isacama Feliciano no ha muerto. Su espíritu vive en la lucha por la justicia ambiental y en la defensa de la Amazonía.